El municipio de Aznalcóllar se localiza en la zona de transición entre la comarca del Aljarafe y la Sierra Norte, en el extremo occidental de la provincia de Sevilla, siendo colindante con la de Huelva. En 1.996 contaba con una población de 5.812 habitantes.
Existen restos arqueológicos que demuestran el paso de las culturas ibéricas por estas tierras. Las ricas minas de plata de Itucci ya fueron aprovechadas por los romanos. Su nombre procede del término árabe Hanz Al-Kollar, que significa "recinto amurallado", en virtud de la fortaleza musulmana cuyos restos se localizan al norte del pueblo. Es conquistada por Fernando III el Santo en 1.247.
El núcleo urbano se sitúa en el viejo camino que conduce de Sevilla a Riotinto, sobre un solar de movida topografía. Por el norte le rodean el cauce del arroyo Cañaveroso y, más lejos, una cadena montañosa en la que destacan el Cerro Viento (al noreste) la Mesa Grande (al noroeste) y el Cerro del Castillo (al norte).
El origen y la evolución histórica del asentamiento han estado siempre relacionados con la explotación minera. Los conquistadores cristianos se asientan en un cerro, sobre el solar ocupado por la fortaleza musulmana, que debió quedar bastante destruida. La primera expansión urbana no se produce hasta el siglo XVIII. La dirección de crecimiento sigue los cauces fijados por la topografía, comenzando con la edificación de la falda sur del cerro del Castillo, originando el que todavía se denomina Barrio Nuevo, y prosiguiendo a lo largo del camino de Sevilla.
En el siglo XIX, Aznalcóllar se transforma en un auténtico núcleo urbano, por causa de la revolución industrial y al auge de la minería. En 1.876 se ponen en explotación los ricos criaderos de pirita de cobre. En la última década de dicha centuria y en las dos primeras del siglo XX se produce una verdadera explosión demográfica, que origina una importante ampliación del núcleo urbano, con un cambio en la dirección del crecimiento. Ahora son los caminos de las minas los que actúan como ejes ordenadores de la trama: hacia el oeste, siguiendo el único pasillo topográfico existente al sur de la Mesa Grande, por el cual discurre el camino que conduce a Riotinto; y hacia el este, sobre el camino de Gerena, que conduce a las minas del término (situadas a dos kms), a lo largo de la calle hoy todavía denominada de la Mina.
Durante los años 60, se produce una cierta regresión demográfica, lo que en el aspecto urbanístico ha evitado que en Aznalcóllar se hallan construido barrios periféricos de bloques. Desde 1.975, la actividad generada por la empresa Andaluza de Piritas (Grupo Boliden desde 1.987) ha dado un fuerte impulso a la economía local. La repercusión a nivel urbano no ha sido importante, continuando las pautas históricas de crecimiento.
Se producen nuevos desarrollos hacia el sur, entre los caminos de Gerena y de Sanlúcar, la zona de mayor aptitud para ser urbanizada.
A pesar de asentarse sobre una topografía movida y tener un carácter marcadamente minero, se trata de un núcleo urbano con una trama homogénea, quizás por haberse desarrollado sobre todo a finales del siglo XIX y principios del XX en base a las fórmulas teóricas de los ensanches: manzanas grandes y de formas bastante regulares.
Entre las edificaciones de interés histórico artístico destacan la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación (siglo XVIII), la capilla del Cementerio (de estilo mudéjar), las capillas de la Cruz de Arriba y la Cruz de Abajo, el antiguo convento de los Basilios y el cortijo de Garci-Bravo.
Dirección de una web de un diccionario Aznalcollero.
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